3 feb 2013

“Rosa Luxemburgo” (1986), de Margarethe von Trotta


Mis notas a "Rosa Luxemburgo" (1986), de Margarethe von Trotta


Veo esta película en (...), en una proyección precedida de una entrevista (que dura más o menos una hora) del director del (...) con la realizadora Margarethe von Trotta, venida a (...) para la presentación de su última película, sobre Hannah Arendt.

 “Rosa Luxemburgo” me satisface, y mejora el recuerdo que tenía de ella (de una primera visión hace bastantes años): es una película manifiestamente política (que, con los años, se ha convertido en histórica…) sobre un personaje decididamente político.

 Consecuentemente, menudean los discursos y las intervenciones públicas (mítines) de la protagonista, en las que quedan manifiestos sus postulados, su socialismo e internacionalismo radical.

La película se fija en unos cuantos momentos de la actuación de RL: desde el impacto en su carrera revolucionaria de la primera Revolución Rusa (1905) hasta su asesinato, en 1919, de resultas de la revuelta espartaquista (que ella no desencadenó, pero que apoyó).

Respecto al asesinato, la película acaba abruptamente en el momento en el que el cadáver de ella es arrojado al canal berlinés: vemos las ondas del agua apaciguarse y, de inmediato, fundido en negro: un final tan sobrio como memorable.

La narración lineal se ve interrumpida, casi únicamente, con una vuelta a la nochevieja de 1899, en la que asistimos a una fiesta de disfraces con muchos personajes de la socialdemocracia alemana de primera hora presentes: es una presentación muy original.

Ni que decir tiene que, dado el énfasis político del filme, se siguen de cerca las líneas y debates ideológicos del proto-SPD, y por supuesto conocemos a personajes ilustres del panteón socialdemócrata: el ortodoxo (pero abierto al oportunismo) Kautsky, el “padre fundador” Bebel, la fiel compañera Clara Zetkin, el socialista “oriental” Leo Jogiches, el revisionista Bernstein, el radical conmilitón Liebknecht, etc.

La directora (y guionista) nos lleva a un congreso socialista transfronterizo, en el que presenciamos parte de un discurso (en francés, por supuesto) de Jean Jaurès, otro de los iconos del movimiento antibelicista.

El tema que merece más atención y pasión de directora y protagonista es el debate en torno a la participación obrerista en la I GM: como es notorio, el SPD terminó alineándose con las fuerzas nacionalistas y belicistas, en abierta dejación de sus postulados ideológicos.

Estos debates y vaivenes dejan su huella en Rosa, cuyo carácter la directora nos retrata en estampas íntimas, fragmentos de sus textos personales y de sus cartas a seres queridos, momentos de recogimiento o introspección en las prisiones (en un momento se nos dice que la de Breslau –actual Wroclaw–, donde fue confinada “preventivamente” durante la I GM, es su novena cárcel): la directora nos transmite con cariño el amor de Rosa por los animales, por la vida, su íntima fragilidad, su apasionamiento y vitalidad.

 De hecho, y hay que subrayarlo, la película es muy favorable al personaje retratado: es en general una hagiografía de Luxemburgo, una heroína constante e infatigable rodeada de oportunistas, arribistas, incoherentes, débiles (tantos de sus compañeros en la marcha hacia el socialismo…).

La película es de 1986, y obra de una cineasta muy comprometida políticamente: hay que pensar por ello que los discursos de Luxemburgo se recuperaron o reescribieron justo en esa época con una clara intencionalidad de participar en el debate político alemán (después de los “años de plomo” –título de la aclamada, y muy militante, película precedente de Von Trotta–).

Barbara Sukowa está sumamente convincente en el papel de la histórica comunista: desde los aspectos más físicos, como la cojera, hasta los más íntimos, como esa capacidad para ilusionarse, para entregarse a su huertecito entre rejas, para fijarse y deleitarse en el canto de los pájaros.

La película destaca en el gran cuadro de la escena política y en el pequeño retrato de la psicología de la heroína, pero a mi entender flojea en la descripción de las relaciones de Rosa con sus próximos, especialmente con sus compañeros masculinos: no se sabe (o yo no lo entendí) qué pasa con el marido (que creo que no aparece nunca en la película), las relaciones con Leo son un tanto deslavazadas (por cierto, Rosa se muestra, en tanto que pareja, como una señora de lo más conservador y posesivo), y está luego Paul Levi, el sobrino de Clara; pues bien, en estos momentos personales (pero no de soledad), la directora se muestra un tanto “setentera”, dando pinceladas, dejando las cosas un poco difusas, sin poner la lente más de lo justo (y sin demasiado entusiasmo, diría yo) en ese espacio, por antonomasia “pequeño-burgués”, de las relaciones de pareja; como he dicho, esta perspectiva es la más débil de las tres con que se aborda al personaje de Luxemburgo.

Dentro de las obvias limitaciones de presupuesto, nos hacemos una idea del mundo de discusiones, de los periódicos, de las prisiones, de la clandestinidad, de los actos públicos, en suma, de todos los escenarios que vieron el devenir personal de Rosa Luxemburgo, hasta su muerte en 1919. La autora hace un uso excelente de material grabado antiguo, lo que a nosotros nos da una imagen de la época de insuperable fidelidad y a ella le permite transmitir escenas de calle sin verse forzada a un presupuesto de super-producción.

Dicho de otro modo, Von Trotta usa de modo excelente los recursos de que dispone, sin que la fidelidad y la atmósfera de la producción, una película histórica después de todo, se resientan.

La película preserva la oscuridad en cuanto a quién dio la orden de ejecutar a los dos dirigentes espartaquistas: se nos muestra la detención y el crimen (por los paramilitares, es dudoso en qué medida incontrolados, del Freikorps), pero nada de su decisión o preparación (¿provino la orden del asesinato directamente de la cancillería, que el SPD detentaba por primera vez en la persona de Friedrich Ebert?).

En cuanto a la proyección concreta en (...), hizo bastante daño a un disfrute y aprovechamiento pleno del filme la mala calidad del subtitulado (era VO alemana, con subtítulos en inglés: subtítulos algunas ocasiones ilegibles y en otras ausentes…); sin duda, con mejores condiciones la peli me hubiera satisfecho aún más.      (19 de enero de 2013)

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